Teníamos muchas ganas de que llegase la boda de Iruntza y Gontzal en el Castillo de Arteaga. La estaban preparando con todo el cariño del mundo, detalle a detalle, y sabíamos que siendo en un sitio tan bonito, y con la ilusión que pone en todo esta pareja, iba a ser un día de boda por todo lo alto.
Y como no, no nos desilusiono, y aunque el Castillo de Arteaga sea un sitio con una magia especial y los detalles y cualquier otra cosa durante la boda estuvieron de quitarse el sombrero, nosotros nos quedamos con la ilusión y las ganas de pasarlo bien que tuvieron todo el día Iruntza y Gontzal, y es que eso es lo mas importante, que después de tantos preparativos, tantos nervios e ilusiones puestos en un día tan importante, lo disfrutéis y saboreéis cada minuto de principio a fin.