Hay bodas en que la que los novios disfrutan como enanos… Pasan sus momentos de nervios, como es lógico, y pasados estos deciden que ese día es para pasarlo bien y para que sus invitados se lo pasen tan bien como ellos. Y esta fue la boda de Eider y Jorge, un día que nosotros siempre recordaremos porque gracias a ellos disfrutamos de nuestro trabajo y por lo a gusto que nos hicieron sentir. Por cierto, la sesión de pareja hecha en menos de 10 minutos… ¡Qué bien vienen a veces las prebodas!
¡Mil gracias por todo pareja!